Sans Soleil |
¿Cuál es el estatuto de existencia de la repetición de la imagen, fuera de la superficialidad sosa y de una profundidad imposible e inútil para lo visual? Es
indudable la capacidad de la imagen para convertirse en modelo estandarizado de
lo real, y no solo en síntesis de lo visible. Es obvia su capacidad, desde la
modelización, de hacer que la realidad termine por parecerse más al modelo que a ella misma (véase el simulacro de Jean
Baudrillard).
Sin embargo, la repetición de Warhol rompe precisamente los momentos
estancados en cuanto abre en cada fisura de sus series una grieta en la
sucesión monótona del espacio-tiempo. La imagen es mucho más que su representación
en el espejo, tiene una soltura potente que capta lo visto y lo no visto, lo
que está presente y lo que no está presente, lo que aparece y desaparece en el
rito de nuestro encontronazo con ella.
Electric chair, Andy Warhol |
El
docuficcionalista Chris Marker utiliza igualmente, en ese sentido, una
potencia del recuerdo similar a la que parece estar presente en el pensamiento
sobre la imagen de Walter Benjamin. Y el itinerario establecido por Josep Maria
Casasús permite conectar así la apertura de la imagen benjaminiana, gracias al
recuerdo, con la repetición warholiana de esta, y enlazar de forma parecida con
el trabajo docuficcional de Marker. Chris Marker impulsa la potencia del
recuerdo para abrir con la repetición los simulacros.
Marker deja abierta la reflexión de las imágenes entre sí, produce un montaje que funciona a la manera de un puzzle en el que se combinan texto, sonido e imágenes tomadas o recogidas en algún caso de otros medios visuales. En
el fondo, nos dice, no se trata de pensar en la
imagen, ni siquiera de pensar en
imágenes o con ellas, sino del pensar de
las imágenes, de esas constelaciones irrepetibles, irremplazables, cuando se
reconoce en ellas el pasado. No se trata de reconstruir una imagen del pasado,
ni de hallar la esencia de su inmortalidad en él, sino de atravesar el momento
de peligro en el que el cambio temporal nos asalta desde cualquier presente
sucesivo.
Fotogramas de la Jetee |
En
el montaje cinematográfico, tanto como en la percepción, lo que construye una
historia es la ligazón entre imágenes, y entre las formas de ligarlas se
encuentran, además de los recursos visuales, el sonido y el texto. La imagen
puede versionarse, por ejemplo, con una voz en off de muchas maneras
diferentes, incorporando en ella múltiples sentidos, pero ninguna versión montada
será al final descartable como definitiva y ninguna correcta en su resultado. Mediante diferentes recursos entre los que se encuentra la repetición, Chris Marker permite al
lector que vea el constructo de la imagen, y con él su exterior, que parece recaer
en el recuerdo (recurso implícito en la mayoría de los creadores de imágenes críticas), lejos
del alcance de la victoria icónica en alguna de sus posibles encadenamientos.
De hecho, la descomposición a que somete Marker a las imágenes en su proceso de
selección permite más tarde el montaje mediante un encadenamiento de fotogramas
mucho más analítico pero más flexible, para bien de la experiencia de
reconocimiento y la narración.
Chris
Marker practica así lo que podemos denominar una guerrilla de imágenes contra la guerra de la imagen de nuestro mundo, caracterizada por procesos
de invisibilización e hipervisibilización simultáneos. En algún momento de Level
5, a la protagonista le duele el
tiempo, como si de una jaqueca se tratara, como si no perteneciera a su cuerpo
y solo la interviniera en momentos transitorios de su ánimo. El tiempo la deja
atrás, bloquea su transición, vacía su transformación, su paso de yo en yo, la
somete a una amnesia en la que no encuentra el hilo con el que seguir.
Recuperarse del dolor del tiempo significa recuperarse de la pérdida de
memoria, como en la leyenda judía en la que un ángel vacía la memoria del niño
al nacer, y a partir de ese momento necesita restablecer de manera consciente
su otrora continuidad estática con la materia viva.
Fotograma de la Jetee |
Menciona Josep Maria Casasús que los soldados de la Primera Guerra Mundial venían del frente dominados por un shock que no les permitía recordar, tal había sido la dimensión de emergencia del tiempo sufrida en combate, en aquel presente arrasador. Estaban bloqueados entre un pasado estanco y un futuro evasivo. Era necesario para ellos aceptar que lo sucedido podía suceder y que había por ello realmente sucedido, que tenía cabida en el tiempo, que se podía ejercer en aquello algún tipo de comprensión, que podían repetirse la imagen y el tiempo sin ser de nuevo víctimas de ellas. La vida, además, era posible en el intersticio, sin necesidad de llegar a un momento futuro de reinicio.
En
nuestra actual guerra de imágenes, aplicar algún tipo de entendimiento de los hechos, atribuir existencia a las causas, recuperar el
hilo de transición con el pasado anterior, de modo que se pueda establecer otra
vez la correspondencia, pasa por repetir de algún modo las imágenes, cortando
en ellas, eso sí, su filo de amnesia, mediante algún tipo actualización: es
necesario un presente lleno de sentido gracias al germen y la reorientación del
pasado, tanto como un pasado simultáneo revitalizado gracias a su
contemporanización, a su vigencia concreta y hecha posible en el presente. Es posible que esta
transversalidad entre el olvido nostálgico y el (también) olvido futurista sea ofrecida en alguna medida por los montajes de Chris Marker, la imagen dialéctica de
Benjamin o la repetición de Warhol.
Warhol, Benjamin i Marker són per a mi tres punts de contrast. Warhol és la repetició de la imatge des de la fascinació per la imatge (visual) pura, sense acompanyament ni de mots ni d'història ni de pensaments. El fet que la cançó de Lou Reed esmentés la falç i el martell i Mao-TseTung era providencial, car ens remet a la tradició emancipatòria lligada a Marx i el comunisme, a la qual pertanyen, una mica al marge i críticament, Benjamin i Marker.
ResponderEliminarBenjamin obre una altra perspectiva a la repetició: la imatge dialèctica, la qual uneix passat i present, interromp la història, fa esclatar el continuum de la història. Obre la porta a la "detenció messiànica de l'esdevenir". EL gravat de Klee Àngelus Novus (que a diferència d'Agustí, a mi sí que em meravella i m'agrada) concentra allò que rebutjava (en el tema de Lou Reed) Andy Warhol: enigma i pensament. I sobretot condensa d'una determinada manera el temps.
Finalment, en Marker no hi ha una detenció ni interrupció del temps, però sí una repetició de les imatges, acompanyades de paraules i sons. Repetició, però, que es vol convertir en una meditació alhora sobre el que amaguen o imposen certes imatges, el que ens revelen si les sabem repetir adequadament, i la seva relació amb el pas del temps i el dolor de les catàstrofes humanes (per exemple, la batalla d'Okinawa o la crisi a Grècia). Darrera d'aquest pensament d'imatges hi ha la palpitació de la lluita per una humanitat emancipada. Marker no ofereix ni un pensament en imatges, ni pensa les imatges, sinó que és pensament en el qual un dels ingredients determinant -i imprescindible- són les imatges: pensament d'imatges, com diem "pa de nous"...
Moltes gràcies Tomàs per la generositat de dedicar una entrada amb observacions molt fecundes a la sessió que vam compartir al TPK! Continuarà...