Tomás Caballero Se habla de la diferencia como algo separador, enemigo en los límites del marco fronterizo entre nuestra normalidad y nuestro «lastre» de rarezas, más allá del cual nos podemos perder en la noche de los deformes, los descarriados, los marginales y los perdidos, y más acá del cual entramos en correspondencia con la normalidad, con aquella que nos responde de manera original, estructural e históricamente. Tomás Caballero Los profesionales de la división son maestros en este acomplejamiento y en esta marginación de las diferencias que oculta una normalidad impuesta, gracias a la pirotecnia del escarnio y la demonización de lo singular. No obstante, los divididores no son los únicos que se apoyan en estas formas, es decir, que no sólo son ellos quienes empujan en este proceso: los profesionales de la unión, aquellos que claman al cielo por encontrar esquemas de lo que todos tenemos en esencia, de todo eso que nos une realmente para separar l
Nueva época de ESTÉTICA EN TIEMPO DE edición EN TIEMPO DE ESTÉTICA