No sabía cómo ponerle vendas
no...
vestidos
a sus heridas,
antes había visto
GENTES
pasando
en multitud
de rostros y recovecos anchos.
E imaginaba daño,
aunque
quedaba el poso
por momentos
concentrado.
Aquellas cuatro paredes eran el lienzo,
más,
sin más, las gentes
que vienen y van
los motivos que sirven
y a la vez indican
quién es uno hoy y ahora
y quién fue ayer.
... nunca marchan
quedan como lapas en las cosas
son mundo
que rompe y se rompe
demasiado.
Al final solo hice dialogar
instantes de su cuerpo, aunque
eso sí,
decidí entregarle un mensaje en mano:
"Nos vemos en otro lienzo JP"
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos encantaría conocer tu opinión o tus comentarios sobre esta entrada. ¡Anímate a intercambiar tus ideas!